En Bariloche, los hoteles le declaran la guerra a Airbnb

Airbnb, una plataforma en la cual se ofrecen alojamientos de particulares, ha ganado visibilidad alrededor del mundo. Y su propuesta no está exenta de polémicas. Según nos dicen desde la Izrastzoff inmobiliaria IBR, que opera en Capital Federal y el corredor norte de GBA, en la Argentina es preciso que se establezcan medidas similares a las adoptadas en Japón, donde ya rige una nueva ley que exige a los que ofrecen alquileres en Airbnb estar en línea con las regulaciones. Más detalles sobre este hecho, que hizo caer en un 80 por ciento la cantidad de avisos publicados en la plataforma dentro de Japón, pueden ser consultados en esta nota.

Sin dudas, inmobiliarias y hoteles encuentran en Airbnb a un nuevo enemigo. Algo similar a lo que ocurre entre los taxis y Uber: los primeros reclaman que aquella empresa no tiene regulaciones, con lo cual la competencia de torna desleal. Ahora, una movida en Bariloche deja en claro cuán afectado se siente el sector hotelero frente a la propuesta de Airbnb.

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Según informa Clarín, Bariloche es la segunda ciudad argentina con más propiedades disponibles en Airbnb: en la actualidad hay unas 2 mil, ubicándose sólo por detrás de Buenos Aires, en donde hay cerca de 10 mil. Este dato es también corroborado por el antes mencionado especialista en bienes raíces, que dice que también hay muchos alojamientos disponibles por Airbnb en el GBA, además de en Capital Federal, confirman desde esta empresa destacada entre las inmobiliarias en Pilar (https://www.izr.com.ar/inmobiliaria-pilar) y otros barrios del corredor norte.

La popularidad de Airbnb en Bariloche ha generado que los empresarios hoteleros de aquella ciudad del sur argentino alcen su reclamo ante las autoridades, solicitando que sólo se incluyan en plataformas como Airbnb aquellos establecimientos que estén inscriptos con todas las de la ley, o sea, que como ellos, paguen patentes e IVA, además de ajustarse a las normativas estructurales y sanitarias, tal como ocurre en los hoteles.

Comprender este enfrentamiento no es complejo: los empresarios del sector hotelero tradicional exigen que los particulares que ofrecen su propiedad a turistas tengan las mismas obligaciones.

Ahora bien, este panorama tiene sus claroscuros. Ocurre que mientras los hoteles y las inmobiliarias se ven afectados por el crecimiento de plataformas como Airbnb, el negocio del turismo no deja de recibir buenas noticias en las ciudades en las cuales esta modalidad es moneda corriente. Como decíamos antes, Buenos Aires es la ciudad argentina con más avisos publicados en Airbnb. Y según informaron desde la empresa que gestiona la plataforma, sólo durante 2017 los movimientos de alquileres en casas particulares ayudaron a generar ingresos por 5 millones de pesos.

Como sabemos, el negocio del turismo no sólo está compuesto por las cadenas hoteleras, pues también contempla, por caso, el dinero que gastan los turistas en destino, por ejemplo en compras o restaurantes. ¿Qué conviene más al negocio turístico? ¿Restringir como en Japón el alcance de Airbnb, achicando las ganancias totales y favoreciendo a inmobiliarias y hoteles? ¿O dar libertad a estas nuevas modalidades, sin exigirles condiciones estrictas, perjudicando en buena medida a los empresarios en favor de incentivar el flujo de turistas?